“¡Oh, cuídese, mi señor de los celos! Son el monstruo de ojos verdes, que se burla de la carne de la que se alimenta”
(SHAKESPEARE, OTELO)
Los celos en cierta medida son saludables e incluso pueden calificarse de románticos pero cuando son excesivos pueden resultar enfermizos y llegar a causar irremediable dolor. Como en muchos de los problemas psicológicos, los celos son el inicio y el desencadenante de una situación personal y familiar insostenible. Pero ¿cuál es el límite? Realmente es un sentimiento que puede resultar peligroso, sobre todo cuando se confunde con posesión. El trasfondo de los celos patológicos es en muchos casos problemas de seguridad y confianza en uno mismo, auto-compasión, hostilidad y depresión, los cuales suelen ser destructivos para la relación.