De la misma forma que en la Terapia Sexual, no es necesario tener conflictos para acudir a Terapia de Pareja. Siempre hay algo que se puede mejorar o pulir dentro de la relación, para mantenerla viva y afrontar unidos las diferentes etapas que una pareja atraviesa de forma natural de la manera más positiva posible. Sobre todo cuando vienen los hijos es un momento ideal para la terapia, ya que la pareja sufre desajustes personales y de relación a consecuencia del cambio tan especial en sus vidas. En Noruega, por ejemplo, la terapia de pareja está cubierta para aquellas personas que van a tener su primer hijo, algo admirable y significativo debido al nivel de importancia para el futuro feliz de la familia.