El apoyo psicológico en procesos de separación es vital para aceptarla y superarla de forma saludable. Un proceso de separación o divorcio es un proceso de pérdida. Y no es difícil por la edad o por el tiempo que haya durado el matrimonio, es difícil por la desorientación y la renuncia que implica. Es un cambio de vida que supone una adaptación psicológica al nuevo entorno y no siempre se realiza de manera positiva, entre otras cosas porque no se asume la nueva situación.
Enfrentarse a la separación requiere de gran fortaleza y seguridad. Es la oportunidad de terminar con algo que está causando un gran daño y volver a iniciar nuevos proyectos con más experiencia, con nuevas metas, y más fuertes y seguros. Pero para poder llegar a vivirlo de esa forma es necesario que la autoestima esté elevada y firme. Es ahí donde la terapia trabaja y resulta de gran ayuda.
Otro tipo de situación también es posible dentro de la terapia de pareja, es el caso de aquellas que han vuelto a estar juntas después de separarse y necesitan sentar las bases de su relación para comenzar de nuevo más reforzados y seguros.