¿Cuándo perdimos la ilusión..y las ganas?

 

En algún momento de la vida, muchos hombres y mujeres sienten desinterés o apatía por las relaciones sexuales y eróticas, es decir, experimentan la pérdida del deseo sexual. De acuerdo a los expertos, este problema afecta a 43% de las damas y a 31% de los varones, sobre todo, a partir de los 50 años. Esa pérdida de deseo, puede estar causada por problemas físicos relacionados por ejemplo con la menopausia o andropausia,  sin embargo tenemos que tener en cuenta siempre el factor psicológico y los problemas de convivencia o de desilusión con la pareja.  Con los años se instala en nuestra relación el monstruo de la pereza, que va dañando poco a poco zonas tan vulnerables como la pasión, las ganas de acariciar y ser acariciado y finalmente el deseo.

Y es que el deseo sexual va cambiando con la edad, es cierto. Cambian nuestros cuerpos y nuestros ritmos, la forma y la frecuencia con que nos apetece, ya que nosotros mismos nos vamos transformando. Pero la edad avanzada, por sí sola, no afecta al deseo sexual. Es muy importante también el clima afectivo de la pareja y el erotismo desarrollado a través de los años, tenemos que tener en cuenta si hemos sido una pareja con confianza para hablar de nuestras dificultades sexuales y las hemos resuelto con éxito, del mismo modo que es muy probable que si hemos tenido la voluntad de mantener siempre una buena “salud sexual” nuestra madurez erótica será mucho mejor y más satisfactoria. Y con salud sexual me refiero a no perder nunca de vista que la sexualidad, en todas sus facetas (erotismo, amor, confianza, imaginación, intimidad o comunicación entre otras) es un pilar fundamental de la relación de pareja, y cuanto más recursos positivos guardemos en la “cuenta afectivo-sexual” de nuestra vida, de forma más gratificante viviremos el sexo con el paso de los años.

Masters y Johnson demostraron que las mujeres sexualmente activas durante su edad madura detienen el proceso de envejecimiento; poseen mejor lubricación, pH vaginal y disminución de los síntomas menopáusicos, en comparación con las sexualmente inactivas. Estos son motivos suficientes para seguir disfrutando de la intimidad conyugal, ¿no os parece?

Si te sientes identificado y no sois felices por ello, yo puedo ayudarte.

Aldara Martos, tu psicóloga en Elche.