Entrenando los sentidos: El oído y cómo potenciarlo

El universo sexual está rodeado de sonidos, ¿quién no se ha sentido atraída/o por una voz concreta? Muchas veces no somos conscientes de su importancia, pero el oído puede ser la puerta de entrada para encender la pasión, más aún para las mujeres, y una manera mucho más motivadora que la vista para dejar volar nuestra imaginación. Hay quienes no pueden resistirse al jazz o un bolero, cada uno a lo que le guste, y es que los sonidos tienen la capacidad de trasladarnos a situaciones concretas que ya hemos vivido y nuestro cerebro ha asociado. Escucharnos jadear, murmurar palabras de amor o lascivas, sirve como un potente afrodisíaco para ambos, pero además está demostrado que exagerar los gemidos ayuda a dejarse llevar y nos facilita el alcanzar el clímax.

aldara martos, el oido y como potenciarlo

Lo que se escucha/oye puede bloquear la excitación y la aparición del reflejo orgásmico, sobre todo en las mujeres, cuya respuesta sexual suele ser muy sensible a ellos, tanto para bien como para mal. Algunas personas, por ejemplo, no soportan el sonido que produce la fricción de los cuerpos cuando hay sudor, los crujidos de la cama e incluso la música por sensual que sea, mientras que para otras, los sonidos que considera agradables –desde su canción predilecta hasta los comentarios de su amante, pasando por los sonidos ininteligibles de quien les habla en otro idioma- pueden ser desencadenantes de una buena excitación y facilitadores de su orgasmo.

Lo cierto es que cada individuo es diferente y, por tanto, reacciona de una forma distinta ante el mismo estímulo. Tomemos, por ejemplo, las palabras que se pueden intercambiar durante el encuentro: hay quien disfruta de palabras dulces al oído y otros a los que les gusta escuchar algo más subido de tono y hasta rozando el insulto, y conste que como juego todo vale. Y no hay nada de malo en perder el control durante la excitación, eso sí, siempre que los dos lo entiendan de la misma forma ya que, de la misma manera que ayudan, algunas palabras dichas en determinado momento pueden acabar con la pasión. De hecho hasta un “te quiero” puede estropear la situación si lo que vive el otro es una relación sexual mucho más salvaje.

Por si quieres potenciar tu sentido auditivo, te proponemos dos ejercicios cuyo objetivo es ayudarte a concentrarte en el oído para descubrir nuevas sensaciones. Por ello, te recomendamos cerrar los ojos o llevar un antifaz.
– En primer lugar, escoge una música que te resulte agradable. Escúchala con atención e intentando percibir cada uno de sus detalles, más allá de lo que lo harías habitualmente. Si aparecen sensaciones o pensamientos distractores, simplemente deja que se marchen y vuelve a centrar la atención en lo que escuchas. Una vez finalizado fíjate en qué te ha llamado la atención de esta manera de percibir el estímulo.
– A continuación escoge una música o audio que te resulte erótica, o al menos sugerente. Escúchala y, ya sabes, si aparecen sensaciones o pensamientos distractores, simplemente deja que se marchen y vuelve a centrar la atención en lo que escuchas. A continuación piensa en las sensaciones experimentadas al percibir el estímulo auditivo, poniendo especial atención en aquello de lo escuchado que te resulta erótico.

Una vez hayas entrenado este ejercicio, trata de llevártelo a la cama, es decir, durante tus relaciones íntimas, sola/o o en compañía, utiliza esa música que ha conseguido despertar el deseo erótico. Pero no te quedes ahí, si consigues asociar esos sonidos a la excitación, mejorará el dominio sobre tu excitación hasta el punto de poder encender los motores eróticos sólo escuchando determinada música.

¿Quieres ir más allá? Juega con tu pareja a que te susurre al oído determinadas palabras, que ponga un tono de voz concreto o simplemente que jadee cerca de tu oído cuando estés muy excitada. No imaginas el poder erótico de los sonidos ¿Te atreves a descubrirlo?

 

Publicado en: www.sylviadebejar.com